La pasión de quebue por la moda y el arte nos lleva a capturar el alma de cada obra con una perspectiva creativa y meticulosa.  Esta visión coincide con la de Cardiva, que, un año más, apadrina piezas emblemáticas del Museo Cristóbal Balenciaga. En esta ocasión, la prenda elegida es un elegante vestido de cóctel en terciopelo de seda negra, bordado con cuentas de azabache, creado en 1962.

Cardiva, desde 2021, ha trabajado para conservar y difundir la riqueza del legado de Balenciaga, comprometiéndose también con la moda sostenible y el consumo responsable. El vestido, de líneas sobrias y técnica impecable, es un homenaje a la herencia histórica española.

En quebue, hemos plasmado esta conexión en un video exclusivo, reflejando la pasión de ambas organizaciones por el arte y la excelencia. Nos enorgullece aportar a la conservación de este tesoro cultural.