En la época en que no había internet y no sabías que pasarías horas viendo videos de gatos tocando el piano. En aquellos días, no tenías una cámara de video, y si querías hacer un corto con tus amigos, tenías que «tomar prestada» la cámara de tu tío, o gastar carretes y carretes de fotos, para luego revelar 12 copias en papel, pasando por un proceso químico.

Así comenzó la historia de Pablo Quevedo. En 1997, tuvo la gran suerte de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Comenzó su carrera en Antena 3 Televisión, trabajando en los reportajes del programa semanal Espejo Público. Sin embargo, no fue hasta su segundo año cuando recibió su primer encargo en el mundo de la moda. Fue en ese momento cuando descubrió su verdadera pasión. Pensaba: ¡Esto es lo mío! Estaba decidido a hacer algo distinto, cumplir su sueño y crear cosas que parecían imposibles fuera del universo televisivo.

Con esta libertad creativa, Pablo comenzó a experimentar. Les pidió a los modelos que cambiaran su manera de posar, que jugaran, bailaran, saltaran, hicieran magia y trampantojos. Algunos de ellos llegaron a pensar que estaban en un programa de cámara oculta.

Sí, fue el momento adecuado para ser uno de los pioneros de fashion film.

El proceso creativo del fashion film

Pablo es el director creativo en quebue_Creative_Studio, un estudio reconocido por su creación de contenido artístico en el mundo del arte y la moda. A lo largo de su trayectoria, ha aprendido valiosas lecciones sobre el proceso creativo. Por eso, aquí te dejamos seis consejos para que disfrutes al máximo de tu experiencia en el fashion film.

1. No dejes nada sin probar, o te arrepentirás.

La vida es un campo de juego enorme y lleno de oportunidades. Cada día es una invitación a probar algo nuevo. Si sientes curiosidad por algo, lánzate. Puede que no sea perfecto al principio, pero el simple hecho de intentar te llevará más lejos que quedarte quieto. En el proceso de experimentar, descubrirás habilidades y caminos que no sabías que existían, y algunos de ellos pueden abrir puertas a experiencias aún más emocionantes. ¡El mayor error sería no haberlo intentado!

2. Jugar puede abrirte caminos inesperados.

A veces nos tomamos las cosas demasiado en serio, cuando lo que necesitamos es un enfoque más lúdico. Jugar no es solo una forma de diversión, es también una fuente de creatividad y exploración. Cuando juegas, dejas que la mente se relaje y surjan ideas sin restricciones. Es en ese estado de flujo donde suelen ocurrir los momentos de mayor originalidad. Y lo mejor de todo: jugar lleva a resultados inesperados, abre caminos que no habrías visto si hubieras seguido el camino más convencional.

3. Inspírate en fuentes ajenas a tu medio.

La creatividad no surge en el vacío. Cuando te inspiras solo en lo que ya conoces, corres el riesgo de repetir patrones. La verdadera chispa surge cuando tomas referencias de otros mundos, de áreas totalmente ajenas a las tuyas. Leer sobre ciencia, escuchar música de culturas lejanas, mirar obras de arte de otros siglos o sumergirte en la filosofía… Todo ello te da una infusión de energía fresca que transforma tu visión. Tu trabajo se vuelve más auténtico y original, porque nace de la curiosidad y la conexión con lo inesperado.

4. La curiosidad es la clave.

Mantente siempre curioso. La curiosidad es la fuerza que te mueve a explorar lo desconocido y te mantiene alerta, lleno de preguntas. Cuando sientes curiosidad por algo, todo lo demás desaparece. Te sumerges en la búsqueda, y en ese proceso encuentras tu esencia más auténtica. No se trata de alcanzar una meta concreta, sino de disfrutar el camino que la curiosidad te lleva a recorrer. A veces, las mejores ideas nacen cuando simplemente te permites seguir ese impulso hacia lo nuevo.

5. Disfruta el proceso de inspirarte.

No hay que apresurarse ni sentir presión por encontrar inspiración. Deja que la inspiración venga a ti mientras te sumerges en lo que te gusta. A veces llegará mientras miras una película, otras veces mientras caminas por la calle, o incluso mientras escuchas una conversación ajena en un café. El truco está en disfrutar ese proceso, no en perseguir la inspiración desesperadamente. Cuando te diviertes inspirándote, las ideas llegan con mayor naturalidad.

6. Cero nostalgias.

El pasado es un gran maestro, pero no debe ser una jaula. Aferrarse a lo que funcionó antes puede impedirte ver lo que el presente tiene para ofrecer. Cero nostalgias significa no idealizar el pasado, sino aprender de él para moverte hacia adelante con energía renovada. Cada momento es una nueva oportunidad, y cada día trae consigo la posibilidad de reinventarte. Lo que fuiste ayer no define lo que serás mañana, y el futuro está lleno de posibilidades si te permites dejar atrás las ataduras del pasado.