Desde hace 11 años, el video para Espejo Público, dirigido por Pablo Quevedo, ha ganado aún más valor con el paso del tiempo. La perspectiva artística de Pablo, su capacidad de capturar la esencia atemporal de sus sujetos y la forma en que utiliza el entorno han hecho que este video no solo perdure, sino que su relevancia y aprecio sigan creciendo más de una década después de su creación.

Una de las claves del éxito de Pablo es su enfoque visual minimalista y su atención a los detalles. Al trabajar con cámaras DSLR como la Nikon D800 y lentes Nikkor vintage, Pablo mezcla lo moderno y lo clásico, otorgando a sus videos una estética que nunca pasa de moda. Esta cuidadosa selección de herramientas y su enfoque en la simplicidad le permiten extraer belleza y autenticidad en cada toma. No se trata solo de lo que se ve, sino de cómo se ve: la luz, la composición y los ángulos elegidos son elementos que elevan sus videos a una dimensión artística que va más allá del contenido comercial.

La elección de la Piscina Stella, con su historia arquitectónica y su diseño racionalista, añade capas de significado a la obra. Pablo no solo documenta una escena de moda; crea una narrativa visual que conecta el pasado y el presente, transformando el espacio en algo más que un simple fondo y convirtiéndolo en un protagonista silencioso de la obra. Esto resuena con el concepto de «atemporalidad», un elemento clave en sus trabajos, que asegura que este video se mantenga vigente y valioso en el tiempo.

Además, la colaboración con la firma American Apparel refuerza el impacto del video. Al utilizar una marca conocida por su enfoque ético y su estética minimalista, Pablo logra que su video se sienta alineado con el espíritu de una moda que trasciende las tendencias. La música de Wanda Jackson le da un toque nostálgico, haciendo que el video se convierta en una pieza envolvente que se aprecia no solo por lo que representa en su momento, sino también por el valor artístico que sigue adquiriendo.

Pablo ha sabido crear un estilo visual único que, lejos de quedar anticuado, ha ganado más valor con el tiempo. Sus videos, como este, no solo sobreviven a los cambios de tendencias, sino que, como las obras de arte, aumentan su valor estético y emocional. La combinación de moda, música y arquitectura bajo su mirada artística convierte esta producción en una obra icónica que seguirá apreciándose con el paso de los años.